EUROPA
PRESS
6 septiembre
2019
El
estreñimiento, el enemigo silencioso del suelo pélvico
El suelo pélvico no es un extraño
actualmente, pero no se reconoce completamente la necesidad de mantenerlo
fuerte para evitar patologías y problemas que afectan a la calidad de vida. Una
de las cosas a las que hay que prestar atención para garantizar la fortaleza de
este entramado de músculos que cierra la pelvis es el estreñimiento.
En efecto, "el estreñimiento es el enemigo silencioso
del suelo pélvico", confirma en una entrevista con Infosalus
la fisioterapeuta especializada en Uroginecología y
Obstetricia Esther García, que agrega que "siempre se olvida para evitar
tener problemas" en esta zona.
Según matiza la experta, una persona estreñida no es aquella
que va al baño cada siete días. "La persona que va todos los días, con
esfuerzo defecatorio, también tiene
estreñimiento", especifica García. El hecho de hacer "empujes diarios
para intentar defecar hace que el suelo pélvico se debilite", continúa la
experta, que recuerda que "desgraciadamente hay un alto porcentaje de
estreñimiento en la mujer".
Hay multitud de patologías asociadas al suelo pélvico. En
primer lugar, García destaca la incontinencia urinaria, que diferencia en dos
tipos. "La de esfuerzo, que conlleva una pérdida cuando hay un esfuerzo,
como saltar, reír, toser o agacharse a coger un peso, y la de urgencia, que son
las ganas súbitas de tener que ir al baño en este mismo momento, explica la
experta.
Por otra parte, pueden existir "prolapsos, que son el
descenso de una o varias vísceras pélvicas", agrega García. "Las más
comunes son las pérdidas de orina y los prolapsos", precisa la experta,
que también enumera "pérdidas de gases y heces, que se habla menos pero
son igual de frecuentes; lesiones después de un parto en las que puede haber
afectación del esfínter anal o por patologías como un cáncer anal o rectal que
hayan implicado cirugías invasivas". Además, sin patologías también puede
haber dolores pélvicos gracias a endometriosis o episiotomías.
En este contexto, García defiende trabajar el suelo pélvico
para mantenerlo fuerte y sano. "Si pensamos en el cerebro, un órgano
importante, vemos que tenemos todos los huesos del cráneo que lo protegen ante
cualquier golpe o traumatismo", comenta la experta. En cambio, "la
pelvis no es una estructura ósea tan sólida", añade la experta.
"El trabajo para mantener el suelo pélvico es un
conjunto. Muchas veces no vale con hacer ejercicios de Kegel
o sólo hacer hipopresivos", asegura García, que
junto a la también fisioterapeuta especializada en Uroginecología
y Obstetricia Belén López, ha publicado 'Tu suelo pélvico en forma' (Arcopress), un manual para mantener la musculatura pélvica
en forma.
Así, García recomienda, entre otros, "ejercicios de Kegel, ejercicios de control postural, ejercicios de
diafragma, abdominales, core y bolas chinas",
pero avisa de que "si trabajamos el suelo pélvico y no trabajamos la parte
baja abdominal el trabajo se nos puede quedar un poco cojo".
Integrados en la
rutina
Aunque la experta reconoce que puede haber mujeres "que
les cuesta más porque lo tienen más débil o tienen menos conciencia
corporal", alguien deportista puede ejercitar su suelo pélvico en el
gimnasio "sin la necesidad de tener a nadie al lado" que le guíe. No
obstante, también puede recurrirse a un fisioterapeuta especializado que paute
ejercicios.
García aconseja que los ejercicios se conciban en una
rutina. "Nosotras hablamos de que los incluyamos un poco en nuestra
higiene íntima diaria, igual que te lavas los dientes. Que consigamos
introducirlos en nuestro día a día, pero tampoco dedicarle media hora al
día", afirma. La idea es "aprovechar los ratos libres que tenemos
todos", concluye la experta.